martes, 18 de octubre de 2011

LA ESPAÑA IMBECIL

EL PROBLEMA VASCO Y LA EQUIDISTANCIA

Hoy se han reunido en Donosti un grupo de mediadores profesionales de distintas nacionalidades, con el objetivo de de alcanzar un acuerdo en el llamado conflicto vasco. El asunto huele a caca a varios kilómetros de distancia, Todo parece un montaje de la llamada izquierda aberzale y sus distintas marcas blancas, para darse auto bombo, cara a las próximas elecciones nacionales y autonómicas, aupándose ante el electorado nacionalista, como los que desbloquearon el conflicto de Euskalerría, en detrimento de los seculares caciques del Partido Nacionalista Vasco, a los que posiblemente recorten una cota importante de poder tanto autonómico, como nacional.

El papel en esta conferencia del resto de actores, es el siguiente:

El PNV al que en las pasadas elecciones municipales, los batasunos pillaron con el paso cambiado, trata de cobrar nuevo protagonismo ante el auge de una opción nacionalista de izquierdas que amenaza su chiringuito.

El PP se enroca en un discurso intolerante, que si como es previsible, llega al gobernar en España, no tendrá más remedio que modular, dando la espalda a una parte de las victimas de ETA, a las que ha utilizado durante años para tratar de desgastar al PSOE.

El PSOE trata de obtener réditos, de una política cara al país vasco, que creo ha tenido 2 fases. Una primera bastante acertada con la desactivación del Plan Ibarreche, unas negociaciones, que inicialmente ilusionaron bastante a la ciudadanía, aún con el error de cálculo que supuso no tener en cuenta todos los poderes que trabajaron en el fracaso de las mismas: Sectores incontrolados de la propia ETA, el PP y sus grupos mediáticos  y un poder judicial en manos del Partido Popular desde la segunda legislatura, con mayoría absoluta, de Aznar (Yo no tengo que ser políticamente correcto, y puedo decir esto último, que es un secreto a voces) La guinda de esta buena política, dentro del margen de maniobra posible, fue la consecución de un pacto con el PP que desbancó al PNV del poder autonómico. En la segunda fase, tras el fracaso en las elecciones municipales, todo ha sido precipitación en los gestos, en busca de un anuncio del fin del terrorismo, que les diese un último cartucho que quemar, ante la muy probable debacle electoral socialista por su malísima gestión de la crisis económica. 

Los dos grandes partidos nacionales deberían situarse en la equidistancia, ni descalificar la conferencia, ni respaldarla con su asistencia. No se puede solucionar un problema de mas de 40 años en poco más de un mes, que queda para las elecciones y  con cerca de un millar de victimas mortales del terrorismo de ETA.

Independientemente de los posibles comunicados, que previsiblemente emita la banda terrorista, los dirigentes políticos nacionales deberían permanecer tranquilos. España no le debe nada a nadie, pero en el país en que estamos y con unas elecciones generales a tan corto plazo, esta tranquilidad y este acuerdo parece misión imposible.

Que en algunos territorios de España haya un número importante de nacionalistas e incluso de independentistas, es una realidad con la que hay que contar. España no es “Una, Grande y Libre” como decía la propaganda franquista, es un país muy complicado. Ojalá después de las próximas elecciones tanto los vencedores como los vencidos tengan la suficiente altura de miras, para consensuar una política común tanto en este asunto, como para resolver los graves problemas que nos acucian desde el exterior.

Doctor Miriquituli


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