Las noticias sobre la corrupción, imputaciones, acusaciones,
excarcelaciones y escándalos varios siguen su goteo incesante. El penúltimo en
saltar a esta bochornosa palestra ha sido el presidente de la junta de
Extremadura, el popular Jose Antonio Monago, otrora la “cara amable” del PP y
hoy un individuo vilipendiado por propios y extraños ¿Todo porque? Pues nada
más y nada menos que por ser un hombre enamorado… Al menos antes lo era, de la
muy bella señorita Olga María Enao, natural de Tenerife y correligionaria del
líder extremeño.
Monago, si yo te entiendo… Por echar un casquete yo he hecho
cosas que vosotros no creeríais: Atacar naves en llamas más allá de Orión, etc,
etc… cerca de las puertas de Tanhauser… eso si, siempre con mi dinero. Vamos
“Monaguillo” que te han “pillao con el carrito del helao” Como dimitir, no vas
a dimitir, al menos devuelve la pasta que a todos nos gusta echar una canita al
aire de vez en cuando, pero vamos cortos de efectivo en parte por el mucho
dinero que nos quitáis los gestores de lo público.
Después de este cariñoso tirón de orejas al político
vividor-follador del mes, le voy a dar una pasadita a unos verdaderos artistas
del choriceo, las multinacionales del sector de la energía, eléctricas,
petroleras, etc.
Decía un señor que conocía yo “robar no es vergüenza,
vergüenza es que te pillen” Frase lapidaria, pero llena de verdad. Estos
señores del sector de la energía han encontrado la formula para que no les
pillen nunca, al menos legalmente por que ellos son los que dictan las leyes en
su sectores respectivos.
La luz ha subido más de un 60% en los cinco últimos años y
la gasolina un 35% en los últimos tres, incrementos ambos muy superiores a los
del precio del petróleo, del carbón, el gas y por supuesto a los costes de producción
de las energías renovables, las mismas que estas empresas han monopolizado
legalmente, llevando a la ruina a miles de pequeños inversores en fotovoltaica
e impidiendo virtualmente por ley la auto-generación energética.
Cuando me mudé a mi actual vivienda creo recordar que el
gasoil para calefacción andaba por los treinta y tantos céntimos, ahora anda
por el euro. Desde estas beneméritas corporaciones nos han presentado todo tipo
de caros sistemas de climatización “eficiente” ofreciéndose incluso a
generosamente financiárnoslos para luego cambiar las tarifas que tras el
cambio, ya no resultaban ni mucho menos tan convenientes.
Con los primeros fríos me vienen a la mente las muchas
personas que conozco que viven con poco más de 400 € de la ayuda que el
gobierno da a quien ha agotado la prestación por desempleo. Yo, sin pasarme
mucho encendiendo la calefacción, gasto desde mediados de octubre hasta abril
más o menos unos mil litros de gasoil. Vivo en la meseta y tengo una casa
relativamente grande en dos plantas, pero soy de andar con ropa en casa, y de
dormir tapadito con un buen edredón con los radiadores apagados. Esto parece lo
mínimo razonable a estas alturas del siglo XXI. Lo que no parece tan de recibo
es tener que hacer la vida en una sola habitación de la casa y tener que irse a
la cama con una bolsa de agua caliente como hace cuarenta o cincuenta años hacía
la gente y esto, con muy buena voluntad, es a lo que pueden aspirar millones de personas en este país, que tienen tan
cortos recursos económicos como los que describo, ya que al final todos, no
tenemos más remedio que recurrir a estos vampiros para calentanos, dar la luz o
hacer funcionar nuestros electrodomésticos. Para más INRI, no se si saben que
recientemente el gobierno ha denegado la petición solicitada por varias
asociaciones benéficas para que las eléctricas no puedan cortar el suministro a
las familias más desfavorecidas que no pudiesen pagar su recibo. En fin… ¡Una
auténtica vergüenza!
Por último, al hilo de lo dicho anteriormente no quiero
dejar de hablar del tan traído y llevado tema de las prospecciones petrolíferas
en Canarias realizadas por la multinacional Repsol. El otro día oía en una
tertulia radiofónica al director del ABC, el periodista Rafael Marhuenda hablar
sobre el tema. “Defender a Repsol es defender la marca España” Hay gente que o
bien equivoca las cosas o nos quiere hacer comulgar con ruedas de molino.
Repsol es una empresa multinacional… con sede en España, pero Repsol no es
España ni España es de Repsol aunque a tenor de lo sucedido entre la armada
española y los activistas de Green Peace así lo parezca. El caso es que un
barco de la organización ecologista trató de impedir los sondeos de la
petrolera y una patrullera abordó una lancha hiriendo gravemente a una
activista de nacionalidad italiana ¡Que gran imagen para la marca España! Bien
es verdad que Green Peace, una organización más interesada en salir en las
fotos de los medios de comunicación que en defender efectivamente el medio
ambiente, no actúa de igual modo contra las prospecciones marroquíes a tan sólo
unas pocas millas marítimas de las españolas, pero la repercusión internacional
del caso ha sido enorme.
En este asunto, como en todos los relacionados con temas
energéticos existe una opacidad informativa total. No se explica el inevitable
daño ambiental que produciría la extracción de crudo, ni las repercusiones que
para el turismo, la principal actividad económica de las islas, tendría este
impacto ambiental. Para la ocasión, la transnacional Repsol se envuelve en la
bandera roja y gualda según su conveniencia y lanza una fuerte campaña de
intoxicación hacia la opinión pública desde los principales medios de comunicación
(Medios que como supondrá cualquiera con dos dedos de frente, son de “la banda”)
Tal vez lo que tendrían que hacer en este caso, sería decirle a los canarios y
al resto de los españoles: cuanto se va a abaratar el precio de los carburantes
si al final se encuentra petróleo bajo el subsuelo marítimo de las Islas
Afortunadas, aunque me temo que esa información la conocemos todos sin que
Repsol nos diga nada. Pues eso, nada…
Desde Dr Miriquituli siempre abogaremos por el medio
ambiente y por las energías renovables, aunque de momento no somos partidarios
de renunciar a ninguna opción en el tema energético, esto no quita para que
como al resto de los ciudadanos, tampoco nos guste que nos tomen por idiotas.
Sean todo lo felices que puedan tal y como está el patio.
Dr Miriquituli.